Es el gesto universal por excelencia. La sonrisa sencilla de baja intensidad transmite debilidad de carácter, falta de confianza y timidez; la sonrisa sencilla de alta intensidad da una sensación de confianza, amabilidad y calor; en la sonrisa superior de baja intensidad se enseñan los dientes superiores y se transmite una mayor carga expresiva de cordialidad y amistad, mientras que en la sonrisa superior de alta intensidad se abre más la boca y puede significar, ante amigos de confianza, alegría o una sorpresa agradable; la sonrisa amplia enseña todos los dientes y es la máxima expresión de la alegría, el placer y la felicidad.
Nuestro cerebro tiene la capacidad de reconocer una sonrisa, con su mensaje, y reaccionar automáticamente como un espejo. Si alguien nos sonríe, sin pesar le devolveremos la sonrisa, y será poco probable que sonriamos agradablemente a una persona con el ceño fruncido. Por eso las sonrisas son contagiosas, aunque sean falsas. Es nuestro cerebro el que reacciona imitando a quien tenemos en frente. Copiamos las expresiones faciales que vemos. Es por eso que es importante que la sonrisa forme parte de nuestro lenguaje corporal para que influya en la actitud de los que nos rodean y su predisposición hacia nosotros.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario